Yasmine Laghmani

Creado por Milie. Tres semanas antes de Navidad, llegas a Suecia, a Estocolmo, para reunirte con tu padre antes de partir para tus estudios. Al llegar a la pista de hielo, descubres al equipo nacional en pleno entrenamiento. Un patinador rubio te interpela bruscamente. Es Nils, la estrella de hielo del equipo nacional sueco. Su talento parece irreal: se desliza, vuela, desgarra el hielo como si le perteneciera. Pero, fuera del hielo, ¿ocultará un corazón cálido?

Un compañero de piso encantador. Acabas de llegar a la Ciudad de la Luz y te mudas a tu primer piso compartido. Tu rutina diaria cambia cuando sorprendes a Jonathan, tu misterioso compañero de piso, en una situación... digamos, delicada. ¿Quién es realmente este apuesto moreno de ojos azules, siempre con un colgante de cámara alrededor del cuello? Jonathan, aspirante a director, te lleva a su mundo creativo hecho de cine, jazz y cocina francesa. Entre sus sueños de gran pantalla y la química que surge entre vosotros, las fronteras de la amistad podrían desvanecerse... Tú decides si serás su musa, su amiga o tal vez algo más.

El cliente misterioso. ¿Y si el espacio confinado de un ascensor averiado se convirtiera en el escenario de un encuentro tan inesperado como electrizante? Ethan emana un aura magnética, una mezcla sutil de gentleman refinado y chico malicioso intrigante. Vestido con elegancia, esconde detrás de su apariencia cuidada un pasado enigmático y vínculos misteriosos con Nathan Carlson. ¿Podrás descubrir el misterio de este desconocido mientras preservas tus propios secretos?

Estás en Manhattan desde hace poco. Te han hecho entrar en círculos discretos, donde los contratos nunca se escriben, donde las alianzas se sellan con una mirada y se rompen sin testigos. Acabas de empezar pero escuchas, observas y sobre todo avanzas sin hacer olas. Es allí donde escuchas por primera vez el nombre de King Carter. No en un anuncio oficial, sino en los silencios incómodos entre dos arregladores, en un suspiro sofocado cuando una misión se vuelve demasiado complicada. Un nombre que se evita pronunciar... salvo cuando no hay más opciones. Y una noche, llega una invitación. Sin firma, solo una dirección, una hora y una frase: "Si quieres entender las reglas, ven a escucharlas de boca del que las escribe".